jueves, 15 de diciembre de 2011

Wind of change

Al principio de que llegaran las okupen no se notó un gran cambio en casa.

Tenía que haberme imaginado que el enemigo ataca cuando menos te lo esperas.

Este martes llego a casa de trabajar (a las 17) y me las encuentro a ambas haciendo la cena (excusa buenísima para pimplarse mientras media botella de Amarula), las dejo hacer y me pongo a jugar al backgammon con cara de concentración máxima, no vaya a ser que se les ocurra pedirles que las ayude o que les vaya a comprar otras botella de amarula.

Llega german y, como todos los días desde hace 3 semanas, va trotando cual perrillo a saludar a suegren, al poco le oigo trajinar en la cocina, le llamo
German, que haces en la cocina??
Pues, poner la mesa para cenar
Miro el reloj, las 17.30, le miro a él, vuelvo a mirar el reloj pero no, no me he equivocado, en España son las 15.30, casi podemos cenar mientras mis padres comen
German, pero nosotros cenamos sobre las 20.30!!!
Ya, pero es que ellas quieren cenar ahora
Bueno, ellas que cenen cuando quieran, tu y yo cenamos a nuestra hora no???
(silencio)
No????
(fardos de paja tipo película del oeste)
Pues no, el german cenó a la hora de la merienda, yo me hice fuerte en el ordenador hasta las 20 (muriéndome de hambre) y echándo humo por las orejas

Me da que estamos ante una época más bien movidita del matrimoño

No hay comentarios: